Salgüero de Juarros
Salgüero de Juarros se encuentra situado en la comarca de Juarros a 20 Kilómetros de Burgos y cuenta con una población aproximada de 51 habitantes.
Por la localidad, rodeado por amplios bosques de robles autóctonos, pinos, chopos y olmos pasa el arroyo Salmuera, que nace entre las localidades de San Adrián de Juarros y Santa Cruz de Juarros, y que desemboca en el arroyo Salgüero, que nace cerca de Urrez, al sur del casco urbano de Salgüero de Juarros.
Al igual que sucede en otros municipios del viejo alfoz, su cercanía a la capital provincial, foco de emigración de muchos de sus habitantes, ha permitido un proceso de recuperación de edificios destinados a viviendas de vacaciones que, al menos, ha frenado el deterioro sufrido por otros pueblos.
Historia y lugares de interés
La villa de Salgüero tiene una antigüedad superior al milenio.
Sus orígenes estarían en el siglo IX. Su primera mención documentada es de finales de año 1097, en un documento dictado por Doña Teresa Díaz, dicho documento hace alusión a Salgüero de la siguiente manera: “Inter Sanctam Crucem et Salgorium” (“Salgorium” derivado de la palabra sal.
En Salgüero predominan las construcciones propias de la comarca de Juarros, arenisca abigarrada de color rojizo alternando con verdes y grises.
Hay construcciones y estructuras de especial singularidad, que tuvieron gran importancia en la vida cotidiana y tradicional de Salgüero.
El potro, sencilla estructura de madera preparada para herrar animales de uso, la fragua, pequeña construcción con elementos como el yunque, pila de agua y horno.
Desde la Edad Media fueron importantes los molinos, los restos conservados señalan que eran de tipo rodezno y se utilizaron hasta finales del siglo XIX.
Fiestas patronales
Las fiestas patronales son en septiembre en honor a San Cosme y San Damián.
La primera quincena de julio de todos los años tiene lugar la fiesta del esquileo, fiesta basada en la tradición ganadera ovina y bovina de la comarca.
El trabajo de la lana, era una actividad desarrollada principalmente por las mujeres y para el consumo familiar. Lavada y cardada la lana se llevaba a cabo el hilado, con la rueca y el huso, y a veces, se usaba el carro movido por el pie. Este trabajo se solía realizar en compañía de otras mujeres en los llamados hilorios o en las cocinas de campana.